Yo, trébol

Cuando un trébol está solo y alza su mirada hacia la luna,
le susurra al dulce viento palabras que nadie puede oír

quarta-feira, 7 de maio de 2008

1º Aniversario

Cómo pasa el tiempo. Un mes sin escribir aquí. Un poco por dejadez, otro poco por falta de cosas realmente interesantes que contar. Por no encontrar momento para la inspiración, o por no encontrar lugar donde capturar las palabras que me susurraban las musas en esos momentos. Hoy, sin embargo, no puedo dejar pasar el día así como así. Hoy, aunque a todos les cueste aceptarlo, cumplo un año. Fue un 7 de Mayo cuando me hice sevillano, y aquí sigo. El tiempo pasa, con mayor o menor velocidad, pero pasa inexorable. Un año ya, que vine a esta tierra. Yo también siento que fue ayer, poco más, cuando comencé mi andadura por esta tierra. Muchos lo han preguntado hoy al enterarse. ¿Mi balance de este tiempo? No puedo sino sonreír. Ahora sólo pido no tener que decirle adiós en contra de mi voluntad.


4 Comments:

At 8:54 da tarde, maio 14, 2008, Blogger Alfonso E. said...

Pero si a ti lo que te pega es ser Asturiano, Bretón, o Manés, buen hombre... En fin, enhorabuena y me alegro de que vayan bien las cosas.

 
At 11:11 da tarde, maio 14, 2008, Blogger antemil said...

Como ya soy legalmente gallego, puedo permitirme ser de otro sitio físicamente, igual que soy irlandés de corazón. Pero sí, sería más bonito ser asturianu de localización geográfica. Hay cosas en la vida que no se pueden elegir fácilmente.

Gracias por tus palabras, y espero que a ti te vaya bien.

 
At 9:51 da manhã, maio 15, 2008, Blogger Miauz said...

¡Felicidades! Tienes razón, el tiempo pasa rapidísimo, sobretodo si hay cambios tan radicales como el de irse a vivir a otro sitio. Espero que te siga yendo tan bien y que los calores de agosto no borren tu sonrisa :)

 
At 10:17 da tarde, maio 15, 2008, Blogger antemil said...

Tú también has marchado a vivir a otro sitio. Ahora tienes tu República Independiente :) Espero que te vaya tan bien como a mí como poco. Y no te preocupes por mí, hace falta más que calor para desprender la sonrisa de mi ser.

 

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