Yo, trébol

Cuando un trébol está solo y alza su mirada hacia la luna,
le susurra al dulce viento palabras que nadie puede oír

quinta-feira, 28 de setembro de 2006

Historias de Terramar II y En el otro viento

Hace un mes escribí sobre las «Historias de Terramar I». Ahora ha llegado el momento de escribir sobre las «Historias de Terramar II» y «En el otro viento». He esperado a leerlo todo para poder hacer un resumen final del ciclo completo. Primero comentaré los libros, y luego haré un pequeño resumen final. Y sí, Lañan tenía razón: hay giros argumentales muy interesantes y encima escritos con elegancia.

En «La costa más lejana» se continúa el estilo más maduro que culminó «Las tumbas de Atuan», volviendo a delegar el peso de la historia en un nuevo personaje introducido, y relegando a los personajes previos un segundo plano que, si bien son importantes, no son el eje de los acontecimientos. El hilo argumental se teje alrededor de acontecimientos sombríos y misteriosos en lugares remotos y recónditos, permitiendo generar la excusa perfecta para describir la parte inexplorada de Terramar que quedaba, así como para desarrollar con mayor profundidad las critaturas reinas de este mundo: los dragones. Los personajes evolucionan durante la travesía que supone este libro, descubriendo cosas nuevas de sí mismos mientras visitan distintos lugares. Los sentimientos principales que destilan corresponden tanto a esfuerzos de autosuperación y pensamientos de derrotismo e impotencia como a lazos de unión y de confianza y lealtad, así como la siempre presente duda. Quizás el inicio me haya parecido ligeramente más vago e indeterminado que el resto del desarrollo, pero es suficientemente interesante como para mantener la lectura. El final es interesante, pieza clave para el resto de novelas, si bien el eje de la historia me ha parecido un tanto tópica, idealista y abstracta, generando en algo un tanto irreal, muy explotado como recurso, y poco innovador y personal. Algo así como un generador de acontecimientos prehecho. Eso sí, a día de hoy. Quizás en el momento de escribirse era innovador. No lo puedo saber. Por fortuna es sólo el epicentro generador del hilo, y no toda la maraña que se construye en su derredor. Este libro se convierte en un saco de piezas del puzzle que conforma toda la saga completa. Contiene multitud de referencias futuras para intentar comprender todas las situaciones futuras, y es un cúmulo de pinceladas que dejan entrever lo que en un futuro se desarrollará ampliamente. Por fortuna, todas las pinceladas y las piezas escondidas encajan a la perfección tanto hacia el futuro como hacia el pasado.

El siguiente es «Tehanu». Nuevamente el hilo argumental da un salto y se centra en un nuevo personaje, acompañado de varios conocidos, que diluyen su importancia durante el transcurro de la novela. Primero me fue dejando una sensación de añoranza, al echar en fala los personajes ya conocidos, a los que le habías cogido cariño. Pero dura muy poco. En cuanto te adentras brevemente en el nuevo personaje, olvidas al resto, como si jamás hubieran existido, hasta el punto de no querer que vuelvan otra vez, no sea que desplacen aunque sea ligeramente al nuevo personaje, que irradia una fuerza igual al resto de personajes juntos. Esta novela destaca de todas las demás por su evolución estilística. Es el claro punto de inflexión entre una literatura juvenil y una literatura completamente madura. Atrás se dejan tramas de maldades absolutistas y tipificadas, abstractas y totalitarias. La maldad suprema se ve reemplazada por la maldad real, una maldad horrenda y tangible, generada no por arquetipos malvados de obscuros corazones, sino por hombres de a pie. Es una maldad muy humana, porque decir inhumana sería faltar a una verdad innegable. Es la esencia pura de la maldad que puede generar el hombre por el mero placer de hacerlo, sin esperar un poder o recompensa ilimitada. Es una maldad alejada de la fantasía, sacada directamente del lado más tenebroso de la existencia real humana. Me es imposible contener unas lágrimas en ciertos pasajes del libro. Me es imposible preguntarme en silencio «¿qué haría yo?», y muchas veces la respuesta que eres capaz de dar te hace sentirte avergonzado. Porque es una realidad cruel y dolorosa, y no todos estamos preparados para ella si nos llegara a ocurrir. Es imposible quedarse indiferente ante esta novela. Dolor, rabia, frustración, odio, ternura, amor, compasión, tristeza y determinación son algunos de los sentimientos que destila esta novela, párrafo a párrafo. No hay fragmentos vacíos, insertados para hacer bonito o para engordar la novela. El hilo argumental se entrecruza y vira de un lado a otro. Alejada de viles bajezas consistentes en cambiar las tramas «porque sé que sabes lo que va a pasar y te doy el cambiazo y yo quedo de listo y tú de tonto» al que se recurre por desgracia con demasiada frecuencia, empleando para ello argumentos incoherentes, insostenibles, sacados de todo posible contexto y usados a discreción, en esta novela se consigue cambiar el rumbo de la historia hacia mares más interesantes de forma suave, coherente, consistente, creíble y totalmente lógica. Y si no te lo habías imaginado antes era porque no habías estado suficientemente atento a las pinceladas ocultas en los demás libros, y no habías imaginado que podría ser eso, pero cuando lo vislumbras todo encaja, desde hace mucho. Los personajes evolucionan aún más, pasando por un surtido de emociones que el lector no podrá ignorar, y que compartirá o condenará en distintos casos, pero que dotan de vida real al compendio de almas que pueblan la historia, terminando de componer el cuadro literario que se forma página a página. En definitiva, para mí es la mejor novela de las cinco, y coincido plenamente con el criterio que le hizo ganadora del premio Nebula en 1991. Es una novela que no deja indiferente a ningún lector.

Y «En el otro viento» se convierte de lectura obligada si has leído «Tehanu», aunque sólo sea por ver cómo acaba todo lo que llega a montarse. Volvemos a tener personaje nuevo, historia nueva, y todo eso relacionado con las historias antiguas y los antiguos personajes. Tras avanzar la línea argumental en solitario, con escasa relación aparente a la anterior, empieza a cruzarse con la maraña generada en entregas anteriores, hasta que se anuda en ellas, y retoma el curso principal tendido como telaraña por el anterior volumen, suspendido en la trama que se tejió en el anterior a ese. Porque, efectivamente, es el ciclo de Terramar, y cuentan una única historia, al contrario que muchas trilogías, tetralogías o pentalogías existentes hoy día, que se limitan a sacar libros con algunos rasgos en común. Pero este no es ese caso, sin lugar a dudas. Todo el contenido de cualquier libro es parte directa de la historia, aunque no estés cualificado en ese entonces para verlo, o bien es parte del contexto sobre el que se teje la historia, y más adelante te facilitará atar los cabos sueltos que vayan quedando. Porque, como ya hemos comentado antes, los libros están repletos de piezas del puzzle o pinceladas de información, bien en forma de una canción antigua, de una leyenda casi olvidada, o de un cuento para los niños en una remota aldea. Aunque es un buen libro, en mi modesta opinión no es capaz de continuar el listón alcanzado en la novela anterior, y a veces pierde un poco el rumbo si bien consigue mantener el hilo argumental sin grandes enredos. Quizás lo peor a mi parecer sea la forma de concluir el final. Da la sensación de un apremio excesivo en las últimas decenas de páginas, como si no pudiera describir con detalle ni pararse a analizar con profundidad los sentimientos que destilan los personajes tras el desenlace final. Como si, una vez resuelto, ya nada importara. Me hubiera gustado un par de decenas más de páginas. Sin embargo, el concepto y la idea que plasma el desenlace me ha gustado. Un buen final, algo parco, pero una buena idea.


En definitiva, Terramar es una novela muy viva, con multitud de sentimientos, y es capaz de transmitirlos. La historia se desarrolla coherentemente desde principio a final, si bien se cuenta de manera acertada, ocultando el desenlace real, sin posibilidad de intuirlo en sus orígenes. Terramar parece estar vivo. La novela evoluciona en el lector. La historia evoluciona en la novela. Los personajes evolucionan en la historia. Los sentimientos evolucionan en los personajes. Y las relaciones entre los personajes evolucionan con todo lo anterior. Lejos de mostrar dulces tópicos de la fantasía, translada la realidad actual a un mundo fantástico, donde puede permitirse el lujo de comentar y criticar desde muchos puntos conductas y comportamientos reales. Temas como discriminaciones por género, religión, cultura, nivel social y muchas más cosas se van reflejando en las novelas, diseminadas entre distintos pueblos entremezclados. Sin duda, me ha gustado leer estos libros.

Como conclusión externa, hay que resaltar que se hace innegable el hecho de que Terramar sea uno de los pilares de los que bebe la saga «Mundodisco», ya que toma de ellos todo el concepto de magos y brujas, escuelas de magia y demás.

Ahora estoy entre continuar con «Cuentos de Terramar», o con «Neuromante». Todo dependerá de lo plasta que se ponga mi querida, apreciada, estimada y odiada Lañan.


Y ahora, la fotito de rigor.

Tehanu



P.D.:
El texto original estaba mejor, pero tras una hora escribiendo se murió el navegador sin haberlo grabado. Y segundas partes y «remakes» nunca fueron buenos.


7 Comments:

At 2:36 da tarde, setembro 28, 2006, Anonymous Anónimo said...

Me alegra muchísimo que te haya gustado Terramar, de verdad ;) En cuanto a los Cuentos, pues, además del estilo, la poesía y la sensibilidad que trae LeGuin de serie, hay información complementaria acerca del mundo de Terramar, en especial dos relatos: uno de ellos cuenta la historia de la fundación de Roke, y otro está situado cronológicamente entre Tehanu y El Otro Viento y aclara algunas cosas. También hacer mención especial al relato donde sale el horno de mercurio que es de una crudeza y belleza tremendos.


Saludos

 
At 3:49 da tarde, setembro 28, 2006, Anonymous Anónimo said...

Acabo de leer la etiqueta que sale en la foto... O_O POR DIOS, SI NO HABÉIS LEÍDO LOS LIBROS NO PONGÁIS EL CURSOR SOBRE LA FOTO!!!!


P.D. eres un poco cabron, no? xD

 
At 11:44 da tarde, setembro 28, 2006, Blogger Irene(*) said...

Me falta leer "En el otro viento".

Leanan, si no lo hubieras dicho ni me hubiera dado cuenta. Lo dijiste y fui a ver jajaja :_)

 
At 1:01 da manhã, setembro 29, 2006, Anonymous Anónimo said...

Pues anda q no esta claro el aviso -_-

 
At 10:15 da manhã, setembro 29, 2006, Blogger antemil said...

@lañan@
En todos los post sobre cine o literatura pongo foto con sorpresa, ¿es que no lo habías notado en los anteriores? XD Y no has especificado si quieres «Neuromante» o «Cuentos de Terramar» :P

@irene@
Pues si quieres quedarte ciega leyendo en pantalla, avisa. Eso sí, merecerá la pena.

 
At 3:52 da tarde, setembro 29, 2006, Anonymous Anónimo said...

A mí no me enmarrones, léete el que tú quieras :P



PD. PARTIDA YAAAAA!!!

 
At 2:25 da tarde, outubro 01, 2006, Blogger Irene(*) said...

antemil, pues nunca me había dado cuenta de que las fotos fueran con sorpresa. O.o
Es que soy de un despiste...jejeje

 

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