Yo, trébol

Cuando un trébol está solo y alza su mirada hacia la luna,
le susurra al dulce viento palabras que nadie puede oír

sexta-feira, 6 de outubro de 2006

Alas para volar

Vuela, vuela libre en el cielo, más allá de todo lo que puedas alcanzar. El cielo es tan azul... Puedo verte brillar en él, blaca, azabache y nacarada. ¿Ves lo hermosa que estás? Sonríe por mí una vez más, aunque tengas ganas de llorar. Mira tus nuevas alas, ¿no son bonitas? Negras y blancas, son preciosas. Con ellas saliste de tu pozo, hacia tu ansiada libertad. Cuando la confusión cegaba tus ojos cristalinos, hicieron que el viento guiase tu caminar. ¿Por qué no te gustan tus alas, con lo bonitas que están? Sí, tus verdes hojas eran hermosas, pero su corazón era tan sólo una forma engañosa, capricho del azar. Ahora, ahora sí tienes uno de verdad. ¿Por qué no te gustan tus alas, con lo bonitas que están? Sí, tus verdes hojas lloraban con el rocío de la mañana, cada mañana al alba, pero no eran lágrimas de verdad. Ahora, ahora sí puedes llorar. ¿Por qué no te gustan tus alas, con lo bonitas que están? Sí, tus verdes hojas miraban hacia el cielo, con hermosura, pero no lo podían alcanzar. Ahora, ahora sí lo puedes tocar. ¿Por qué no te gustan tus alas, con lo bonitas que están? Sí, tus verdes hojas se agitaban con la brisa, suaves y armoniosas, pero con ella no te podían llevar. Ahora, ahora sí puedes volar. ¿Por qué quieres entonces llorar? Sí... es cierto. Con esas alas... con esas alas no me podrás abrazar.




2 Comments:

At 3:01 da tarde, outubro 06, 2006, Anonymous Anónimo said...

con esa rima, podrías desenrollarlo en verso.

 
At 7:35 da tarde, outubro 07, 2006, Blogger Irene(*) said...

A veces la libertad te da alas para volar en soledad pero no deja abrazar.
Me gustó mucho tu post.

 

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