Yo, trébol

Cuando un trébol está solo y alza su mirada hacia la luna,
le susurra al dulce viento palabras que nadie puede oír

segunda-feira, 5 de outubro de 2009

Amália Rodrigues

Lo sé. Soy consciente de que tengo esto un poco abandonado. Pero casi todos vosotros, si no todos, sabéis muy bien los motivos. De todas formas, y para evitar que las telarañas se acumulen por doquier al pasar el mes de inactividad, retomo brevemente la sección musical que venía siendo últimamente la protagonista con una persona que no podía faltar. Se trata, como bien dice el título, de la reina del fado, aprovechando que mañana se cumple el décimo aniversario de su muerte. Supongo que ya sabríais de antes, o al menos intuiríais, que me gusta el fado lisboeta. Hay tanto que decir sobre la más grande, que todo lo que ponga aquí sería insignificante, así que os invito a buscar información sobre ella por la red. Os dejo, como viene siendo costumbre, una pequeña muestra (y un enlace a la letra) de su obra. La elección, por supuesto, no es arbitraria. Y es que, como algunas otras músicas, el fado es una música que nace en el interior, y transpira emociones y sensaciones hasta el último poro de la piel. Y así es como hay que escuchar el fado. Y así es como ella lo ha cantado siempre. Espero que gustéis de la canción.


Y la letra, aquí.