Pediatra para mi niña
Hace ya unos meses que debía llevar a mi niña a su médico. Estaba esperando a que me dijeran cuándo estaba disponible para que la atendieran de su pequeño problemita. También necesitaba un chupete, que carecía de uno que apagara levemente su dulce llanto. Ya había ido un par de veces a preguntar por el chupete, nada especial en particular, pero un poco a medida para ella. Todo ha ido bien durante estos meses. A mi niña no le ha supuesto particular problema su pequeña falta, y hemos podido compaginar la falta del chupete sin demasiadas complicaciones.
Pero sucedió lo que tenía que suceder tarde o temprano. Ahora todo se ha complicado. Era casi medio día, cuando jugaba con mi niña en casa, y un movimiento algo extraño hizo lo que siempre había temido. Aún me sorprende lo silencioso del momento, ya que no emitió ningún sonido. ni un grito, ni un llanto. Pero lo noté al instante. Algo no iba bien. Mi niña se había roto un tendón, y quedó allí, distendido, casi disculpándose de haber quebrado. Pasado el instante inicial de gran pánico, intenté tranquilizarla con suavidad, mientras extirpaba con toda la dulzura posible la bermeja cuerda, intentando no hacerle mayor daño.
Ahora pediré cita urgente, para todos los males de mi niña, porque quiero oírla cantar con alegría de nuevo, y porque ahora parece triste, y me duele verla así, pensando además que, en parte, yo soy el culpable de su estado actual.