Yo, trébol

Cuando un trébol está solo y alza su mirada hacia la luna,
le susurra al dulce viento palabras que nadie puede oír

terça-feira, 28 de agosto de 2007

Welcome back!

Pues nada, ya vuelvo a ser persona del primer mundo en cuanto a las tecnologías de la comunicación se refiere.
Antes que nada, quiero pedir perdón a mis lectoras (el resto que se jodan :P), porque he sido bastante pasivo en sus blogs. Eso cambiará a partir de ahora (espero). En especial, le pido perdón a mi querida sirenita, que yo también me acuerdo de ella, y siento no poder hablar con ella. A ver si eso también cambia.
Por último, y para no perder malas costumbres, pido perdón por rellenar el resto del post con mis recientes «Poemas cortos», que escribí una lluviosa tarde del sábado pasado, por pasar el ratito. Nos leemos y escribimos.


--=[ I ]=--


Quizás, quizás, quizás,
puede que algún día,
pero no ahora, ni mañana,
quizás, quizás, quizás,
algún otro día será,
algún otro día cualquiera,
un día de nubes y estrellas,
brisa y sonrisa, con luna llena,
quizás, quizás, quizás,
puede que sea ese día
que nos volvamos a encontrar,
puede que nos volvamos a ver,
algún otro día, mirando la mar,
quizás, quizás, quizás.

--=[ II ]=--


Vendrá aquél lejano día,
vendrá con suave brisa,
con oleaje o marejadilla,
con nubes grandes y pálidas
en un cielo lapislázuli
que contemplaremos los dos,
espalda contra espalda,
y recordaremos con dolor
aquel día de tormenta,
con rayos y relámpagos
que iluminaban la noche,
una noche oscura sin luna,
y lloraremos los dos
aquél lejano día del pasado,
el día que nos dijimos adiós.

--=[ III ]=--


Y podrán diez mujeres hacerme olvidar
esos hermosos hoyuelos de tu rostro,
y también tu nacarada y perlada sonrisa,
y cien mujeres más me harán olvidar
esas mejillas rosadas como cerezos en flor,
y también tus rizos de oro sobre los hombros,
pero esos dulces ojos... ¡ni un millar podrán!

--=[ IV ]=--


Cruzamos la mirada, por no poder cruzar palabras,
porque todo terminó con este silencio entre nosotros
aquél lejano día de diciembre a orillas de tu mar,
mientras le pedías que arrojara una fuerte ola
que se llevara como si fuera arena el miedo a amar,
y nos dejara la espuma de la pasión para los dos,
y nos recordara que el amor es dulce caramelo,
y hermosa ola nos trajo tu mar, ola espumada
que nos vino a recordar con su dulce batir
que muchas veces el amor también puede saber a sal.

--=[ V ]=--


¿Ésta es tu mar?
¿Aquella de la que siempre te oí hablar?
Desde el acantilado veo como rompen olas
con esa furia altanera del atlántico,
admirando un triste cielo encapotado
que amenaza con sumarse al mar en su tristeza,
y un viento fuerte aúlla con dureza
por encima de las olas de esta mar,
y miro más a lo lejos, un ceniciento horizonte,
y es ahora cuando todo lo comprendo:
altanera, de ensordecedores rugidos,
imperecedera paciencia, dura pero hermosa,
a veces sollozante, siempre alegre y viva,
con lágrimas igual de saladas,
lados igual de ariscos,
formas igual de redondeadas
y una estampa igualmente sobrecogedora.
¿No dijiste que eras nacida de esta mar?
Ahora... ¡Ahora jamás lo volveré a dudar!

--=[ VI ]=--


A veces me da por pensar dónde estás,
y sueño que estás cerca, a pocas calles quizás,
pero sé que eso no es verdad,
y vuelvo a soñar,
y sueño que estás muy lejos una vez más,
que no te volveré a ver jamás,
que nunca nos volveremos a cruzar,
y recuerdo tus ojos y tu sonrisa,
y pienso que la vida nos separó con prisa,
como si supiera lo que iba a pasar,
como si temiera lo que no me pudiste decir,
como si quisiera que no te pudiera olvidar,
como si no nos quisiera ni a ti ni a mí,
y entonces, y sólo entonces, me da por llorar,
y lloro, porque aún no lo puedo evitar,
porque ha pasado mucho tiempo, años, lustros,
pero aún te recuerdo casi como si ayer fuera,
y sé que de mi mente no te podré borrar,
y, algunos días, cuando mi mente puede volar,
a veces me da por pensar dónde estarás.


domingo, 12 de agosto de 2007

Ocio en vacaciones

Hacía ya mucho que no escribía nada por aquí, pero más que nada porque estaba algo ocupado con otras cositas, y tampoco tenía nada importante que decir. Hoy haré un breve resumen de mis actividades durante estos días, aunque no le interese a nadie.

Como algunos de vosotros ya sabéis, en principio soy miembro (novato) de Frozen-Layer Fansub, un fansub español. A la serie que tenía asignada inicialmente, por título Mai-Otome, se ha añadido recientemente una nueva. Por razones de falta de personal presente, ahora soy también corrector de Moonlight Mile (que, por cierto, tiene música de The Pillows, que pusieron la música de la genial FLCL). Esta serie versa sobre viajes espaciales, de temática y proyección mucho más adulta y seria que la otra que hago. En definitiva, un cambio agradable. La primera temporada son doce episodios, y ya está corregida la primera mitad. Esperemos que la serie pueda ver la luz pronto. Y, para rellenar, pongo una imagen que mandé para el concurso de camisetas de FLF de hace unos años (cuando no era miembro del fansub).






Parte del tiempo de vacaciones la he dedicado a otra de mis pasiones: modelar en 3D. Desde hace mucho paso horas con estos programitas. Lo gracioso es que nunca llegó a gustarme la renderización. Eso de generar una imagen realista nunca fue conmigo. Yo siempre he sido bastante austero para todo, y mi particular visión del universo 3D no lo iba a ser menos. Lo que realmente me gusta es trabajar con las mallas, moldear las formas desde la nada. Y, luego, darle una textura. Pero como mis dotes de dibujo no son gran cosa, siempre he tenido texturas horrendas. Unas más que otras, claro está. Pero horrendas de todas formas. Desde hace varios años, soy usuario de Blender. Lo uso desde que no era libre (pero sí gratis). Nunca he sabido usarlo muy bien, pero siempre he trasteado con él, aunque seguramente no haga las cosas de la manera más eficiente y cómoda. Una cosa que me gusta es la capacidad de ejecutar cualquier cosa en Python dentro. Provee una API para poder usar todo lo que proporciona esta aplicación, pero desde un script en Python. Dentro del modelado, siempre me interesó más el modelado low-poly, es decir, de pocos polígonos. Como los que se encuentran en los juegos en lugar de en las secuencias animadas. Ese encanto especial de la interactividad en tiempo real, imagino. Ese esbozo seductor de ángulos rectos, intentando esconder sus defectos con bonitas texturas plagadas de detalles. Ese encanto retro. Para realizar las texturas uso, como no podía ser de otra forma, el maravilloso GIMP. Porque me gusta, es bueno, es rápido, es libre, y es la caña :P Y nuevamente para rellenar, pongo una imagen de las cositas que he hecho estos días.