Yo, trébol

Cuando un trébol está solo y alza su mirada hacia la luna,
le susurra al dulce viento palabras que nadie puede oír

quarta-feira, 27 de junho de 2007

Aniversario

aniversario, ria.
(Del lat. anniversarĭus, que se repite cada año).
1. adj. p. us. anual.
2. m. Día en que se cumplen años de algún suceso.
3. m. Oficio y misa que se celebran en sufragio de un difunto el día en que se cumple el año de su fallecimiento.
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Qué rápido pasa el tiempo. Gracias por todo.


segunda-feira, 25 de junho de 2007

Recordemosles

Un año sin Igor Medio y Carlos Redondo. Un año, pero siguen vivos en nuestra memoria.




sexta-feira, 22 de junho de 2007

Caminas

Caminas. Avanzas un pie delande del otro, en una secuencia mecanizada hace demasiado tiempo. La brisa circula por el rostro. Huele a mar, cierras los ojos y ves tu mar. Los vuelves a abrir, y sólo queda el Guadalquivir a tu lado, y un dulce recuerdo de tus rías, lejanas en la distancia. Sonríes, adelantas a alguien anónimo. Sigues caminando, con mecánica zancada. Desvías la mirada hacia el suelo. Hileras de desgastadas losas cubre un irregular suelo, no dando demasiada continuidad horizontal. Esquivas un saliente, sobrepasas un bordillo, rodeas un escombro, con cuidado de no tropezar. Alzas nuevamente la mirada, de espaldas al sol. O a lo que ya queda de él. Estás cansado, y apenas lo sientes a estas alturas. Caminas de forma inconsciente, varios metros, varios cientos de metros. La lejanía se trasforma en cercanía. Delante se convierte en detrás sin que puedas darte cuenta. Sigues caminando. Sabes que los pies te duelen. Lo sabes de una forma racional. Sabes que tienen que doler, aunque hace bastante que quedaron insensibilizados. Respiras hondo una vez más, y exhalas lentamente, saboreando cada molécula. Sientes un pinchazo en el rostro. Un pómulo se ha quejado. Un diminuto músculo protesta por el esfuerzo. «¿Y tú? ¿Qué quieres ahora?» le exhortas, algo desconcertado. Fugazmente piensas por qué se quejará ese pequeño músculo, cuando tienes medio cuerpo castigado desde hace tanto, realizando un esfuerzo del que dejaste de ser consciente hace tiempo. Entonces tu mente sonríe y sabe por qué protesta. ¿Acaso no lleva el mismo tiempo que el resto intentando que esboces una sonrisa? No cuesta tanto dar un poco de bondad y humanidad con tan pequeña mueca. Cruzas la calle. Aún estás muy lejos, y sin embargo... «¡Ya estoy en casa!» has exclamado en tu mente, donde nadie puede oírte. «Click, click» oyes en ese momento. El sonido se repite con cierta pauta, a cada paso. «Click, click» vuelve a sonar. Otra vez más. Y otra. No suena sincronizada con la música que oyes, aunque no dista demasiado en realidad. «Click, click». Es el sonido del cierre de la bolsa mientras caminas, el repicar de tu paso, como sirena de ambulancia, que indica de forma indirecta tu presencia. Sonríes. Sabes que es inútil intentar acallarlo. Lo adoptas como parte de tu esencia y, no sin cierta resignación, aprietas el paso para intentar igualar la cadencia de la canción que está sonando ahora. Y avanzas una vez más, en el silencio de la noche, bajo el manto de la nocturnidad, acompañado del mecer de la brisa. Y llegas por fin a casa, en la lejanía.


terça-feira, 19 de junho de 2007

Prometeus

Un enlace que me han pasado la gente del curro y me parece interesante.



Nos vemos.


segunda-feira, 11 de junho de 2007

Un poco de información

Esta semana estoy más solo que la una en cuanto a sección informática se refiere. Todos mis compañeros están por los madriles en un curso de formación (o algo así). Eso me da más aburrimiento que de costumbre. Eso me da más tiempo para pensar qué escribir aquí. Así que hoy toca escribir sobre lo que hago (o no hago, mejor dicho) aquí.

Con «aquí» no me refiero a la ciudad, sino a mi suntuosa mesa en forma de letra ele que tengo en la sede. Y, ahora que hablo de la sede, creo que tampoco os la he presentado. Eso da muchas líneas de acción a tomar sobre el contenido de este texto, aunque yo pensé inicialmente en uno, e intentaré no desviarme más de lo necesario.

Comenzaremos pues con una foto de mi trabajo. Contemplad la maravilla del lugar (que está un poco a tomar por culo, pero bueno). Yo realmente estoy entre la ventana marcada y la de su derecha (en la foto), pero quedaba más mono marcar una ventana que un cacho de pared. De todas formas estamos de espaldas a las ventanas. El ala oeste (creo que es) está cedido a la Universidad Internacional de Andalucía (o UNIA).




Una vez introducido de forma breve la ubicación espacial del trabajo, intentaremos explicar el trabajo en sí. En principio el término oficial es «Atención al usuario». En el término real, es hacer un poco de todo y un mucho de nada. Las tareas van desde poner un portátil con un cañón proyector (lo que me trae muchos recuerdos de las clases que dejé) a arreglar una impresora que lleva meses sin funcionar (obviamente la reparación consistía en poner papel en la bandeja de la que se le había dicho que se imprimiera). Últimamente hago cosas más interesantes, como montar samba para convertir todos los perfiles de Windows en perfiles móviles centralizados en un servidor que está por comprar. En definitiva, un buen trabajo en cuanto a la fórmula que acabo de inventarme: sueldo/(horario+ocupación+estrés^2). Podría hacer una estimación del resultado de esa fórmula, pero es que últimamente tiende a más infinito.

Desde que tengo teléfono (613, bonito número) me llaman bastante más (algo lógico, ¿no?), y muchas de las cosas son las típicas de ofimática (léase word+excel+access), pero casi todo el mundo es muy amable y no me importa ir una y otra vez a atender sus dudas :D

Cuando llegué el primer día, faltaba la persona de atención al usuario (obviamente), así que tenían puesto un folio con «Atención al usuario» impreso en él, pegado en la pared. A los seis días encontré ese cartelito pegado en mi monitor, porque al fin y al cabo, era mi trabajo. Pero un seguidor de Burbujas no va a permitir tan fácilmente que le guarreen la estética de su monitor así como así.

En uno de esos momentos de máximo agobio por falta de actividad, cogí mi querido inkscape y gracias a la providencia de la impresora láser a color que tenemos, cree mi nueva insignia. No es por echarme flores, pero hace el efecto deseado en la gente que lo ve.

He aquí mi nuevo cartel.




Sé lo que estáis pensando. Yo también lo pienso. Mola. Molaría incluso si no fuera mío.


P.D.:
CAU viene de Centro de Atención al Usuario, y a mí no me llegan los correos (pero al responsable sí), así que no mandéis nada allí ;P


segunda-feira, 4 de junho de 2007

Os sonos, sonos son

Sueños. Fragmentos de una realidad demasiado real como para ser cierta. Una de las frases más repetidas hasta la saciedad es la de: «Pienso, luego existo». Yo prefiero decir ahora: «Sueño, luego vivo». Hace ya mucho que me cansé de existir, y de pensar. Ahora prefiero dejar que el ensueño dirija mis lentos pasos, ahora prefiero vivir.

Pasos. Dirijo mis pasos sobre caminos que me llevan a lugares dispares. Un pie sobre otro, esquivando la gente que camina en cualquier sentido, mientras escucho notas que erizan mi vello, que hacen temblar mis huesos, que hacen llorar mis ojos, y que me recuerdan que ya no sólo existo. ¡Qué hermoso es caminar, paso tras paso, sintiendo tu cálida mirada en mi alma!

Luz. Cada mañana me iluminas desde mucho antes de despertar. Acompañas mi travesía por tierra y mar. Me observas desde lo más alto del mundo, para que no me sienta tan solo. Me guías hacia mi destino, para que no pierda mi sendero de adobe y polvo, cemento y piedra, hacia donde mis pasos me llevan.

Recuerdos. No, no lo recuerdo. Es como si desde el albor de los tiempos siempre fuera sido así. No recuerdo otra vida, ni pasada ni futura. Esto es mi vida, mi única vida. Es lo único que ha sido para mí, y es así como lo siento. Como si cada uno de mis días hubiera sido aquí, uno y otro, para siempre, por siempre.

Desarraigado. Sí. No tengo casa, pero sí tierra. Una olvidada y añorada, de la que no vengo, en la que no estuve. Antes ya tenía saudade, ahora no voy a tener más. Sigo llorando igual, lejos de mi querido mar, oh, mar.

corre, voa o paxariño
levalle o meu corazón
pendorado no biquiño
dille que eu seu fillo son